RAIMON BLU Y SU AZÚCAR VISUAL VERBAL

Raimon Blu no deja a nadie indiferente. Sus propuestas poéticas, experimentales están siempre cargadas de aspectos teóricos muy estudiados. En la obra que nos ha enviado las claves, con los mínimos recursos, son muchas. Pero la que más resalta, porque además, tiene volumen es el azucarillo que ha introducido en el centro de su envío. Un proyecto que ha realizado con uno de los poetas más innovadores actuales: J. Seafree, que ya participó en otras convocatorias anteriores también. Su proyecto conjunto se denominaba: Dos poetas suman tres: Azúcar Visual Verbal. Como ellos mismos dicen: un dulce fomento de la tertulia durante el acto social de tomar café, té u otras infusiones.


Sin embargo, esos azucarillos, aunque dulces, no lo son tanto, si nos fijamos, por ejemplo, en el elegido en esta ocasión para nuestra Convocatoria.



Blu ha elegido un duro poema visual. Un feto, ya de avanzada gestación, está sostenido, alimentado, por una alambrada como las que se utilizan, en muchos casos, en los muros de las fronteras. La imagen es durísima, desgarradora incluso, por mucho que guarde un sabor dulce en su interior. Además, la oscuridad, la negrura que conforma la base de la postal, no invita al optimismo. En cambio, la palabra del nuestro lema, que aquí aparece rota en pedazos, tal vez, nos impulsa a tener esperanza en romper las propias fronteras. Romper, para que viva en libertad ese bebé que tiene que salir y romper lo que le rodea. 
Pero, ¿cómo puede conseguirlo? Nos gustaría pensar que, la intención de Blu, pasa por hacerlo mediante la palabra compartida y el diálogo. El café, el té u otras infusiones nos resulta importante. Lo vital, nunca mejor dicho, es que tiene que ser entre todos, colaborativamente, que es como sabe bien la sobremesa, el compromiso solidario y la vida. Hacerla más agradable, más humana, es tarea de todos. No intentar romper las fronteras, en cambio, es perpetuar la vida de ese nonato dentro de la injusticia, el dolor y el sufrimiento más lacerante.



No podemos dejar de señalar la otra parte de su trabajo: en rojo, en mayúscula, para que nadie pueda pasar de largo, se remarca la palabra clave para salvar a esas personas que vienen a un mundo encerrado entre las fronteras más despiadadas: URGENTE. Además, para completar su obra, añade su sello o estampilla de artista, que en este caso hace hincapié en la mirada atenta, en el OjO que sabe mirar a otro rostro humano.

En fin, damos las gracias desde aquí al envío de Raimon Blu, por duro que haya sido, nuestro alumnado comprenderá muchas cosas con elementos mínimos pero muy pensados.
Por cierto, por vanidad, de las pocas cestas que hay en el mundo, una es mía, aunque todavía no me he atrevido a romper ningún azucarillo, porque cada imagen es una opción para pensar y no me quiero desprender de ninguna.



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