MANERAS DE TACHAR: UNA OBRA DE ANTONIO MONTERROSO
Para el que no conozca el tachismo, le sorprenderá, sin duda, esta manera de creación. A nosotros, particularmente, siempre nos ha fascinado como espectador. No obstante, como docente, ha sido un recurso de primer orden que hemos usado infinidad de veces en el aula. La primera vez, en 2013, para aplicar como una herramienta para hacer florecer el pensamiento en el aula de Filosofía (pincha aquí).
Poco después, en un blog sobre poesía, con un curiosos poema de Stephanie Alcantar (pincha aquí) que permitía varias lecturas simultáneas necesariamente. Eso me llevó a crear una especie de guía que os dejo por aquí a los docentes que seguís este blog.
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Así que cuando nos ha llegado esta magnífica obra de Antonio Monterroso, no he podido más que aplaudirla y compartirla con todas las personas que estáis pendientes de esta III Convocatoria urgente de Mail Art en la Escuela.
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Lo que se ha tachado por parte de Monterroso son los artículos iniciales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Los artículos 1, 2 y 3 y no por casualidad. Pero, además, no se ha tachado de cualquier forma. Podría haber usado otras posibilidades, como las que se muestran en la guía de arriba. Pero él, con sabia maestría, al tachar ha creado fronteras entre las palabras que defienden, seguramente, el documento más importante que ha logrado establecer la Humanidad para convivir en paz. Monterroso interpreta, desde una mirada crítica y elegante a la vez, el lema de nuestra Convocatoria, Más allá de las Fronteras, diluyendo las palabras es un discurso vacío, blanco, descompuesto e inútil que fue tan caro a la Ilustración.
Monterroso, con su tachismo, nos posiciona en una posición que, se ha llamado, la crisis del lenguaje. En el periodo de entreguerras y, sobre todo, después de Auschwitz, las referencias son muchas: Wittgenstein en Filosofía, Schöenberg en música, James Joyce y Gertrude Stein o el propio Paul Celan en literatura y poesía... Y el tachismo total, por estos lares de Fernando Millán, por ejemplo.
Pero, a diferencia de este último, Monterroso nos ofrece, bajo nuestro punto de vista, un resquicio de esperanza. El texto no se pierde del todo. Se puede leer todavía, parece sugerirnos su obra. Pero tenemos que hacer el esfuerzo de componer de nuevo ese discurso, tenemos que llenar ese vacío y dejar de blanquear los Derechos Humanos. Porque ese esfuerzo que nos elevó a las mayores cotas de humanidad, no puede ser un intento inútil. De todos depende conseguir que la Declaración de los DDHH, no se borre definitivamente y las fronteras ganen la partida a la paz, el respeto y la dignidad humana.
Desde aquí agradecemos el esfuerzo y el interés de Antonio Monterroso por participar en nuestra III Convocatoria. Siempre es un lujo contar con referentes de la Poesía Visual en España en estos proyecto.
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