ALBERTO MUÑOZ: HACIA LAS DISLOCADURAS EN EL MAIL ART
Si no sabes mirar, lo describirías así: “Un sobre recortado.
Papeles pegados. Varias expresiones, sin relación aparente. Letras pegadas sin
orden. En el interior, plancha de madera. Letras pegadas sin orden. Otro
mensaje sobre imagen recortada”.
Si empiezas a mirar de otro modo, podrías añadir lo
siguiente, por ejemplo: Hay un juego obvio entre el sobre y la plancha de
madera del interior. Lo que se ve de un lado, el exterior, una parte del mundo,
¿una frontera?; se ve también, con otra perspectiva, cuando abrimos el sobre y
sacamos la plancha. Y entonces, la Sed de Sapiens, roza la nostalgia. En una
breve Dislocadura tan característica de este autor. Por cierto, de letras
pegadas sin orden, ni hablar. Si nos damos cuenta, esas letras son la E, N, S,
P, pero también, la D, A, I. Por lo tanto, en esas letras está contenido todo
el mensaje anterior. Y, obviamente, el mensaje en imperativo –olfatea hasta encriptación- nos fuerza a
oler esa madera que, curiosamente, al estar levemente intervenida, huele a
viruta. Un recorte, puerta a un recorte.
Si nos pusiéramos en la piel y conociéramos la
intencionalidad del autor, podríamos aclarar más cuestiones: “El propósito es
reutilizar lo dicho, arrebatar su intención
de dominio sobre la realidad, para transformarla en acto poético,
restituyendo la irrealidad perdida. El mensaje: olfatea hasta encriptación, pasa por comprender cómo se pasa de la
percepción sensitiva hacia el origen del lenguaje”.
Pero, si además conocemos las DISCOLCADURAS de Alberto
Muñoz, entonces podemos completar este envío con parte de su trayectoria
poética. Pues creemos que su posición respecto al tema de nuestra Convocatoria
puede completarse con las siguientes Dislocaduras.
Y tú, ¿qué piensas, qué ves?, ¿de verdad tienes ojos y
sabes mirar?
+Info: Si te ha interesado esta entrada y la obra de Alberto Muñoz,
te proponemos poner en práctica su técnica. Da mucho juego en el aula y se
descubren cosas maravillosas.
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