¿QUIÉN ES PEPE BUITRAGO? DESDE EL DESCONOCIMIENTO
Si ya lo dijo Hipócrates, eso de ars longa, vita brevis, a nadie le debería extrañar que un triste profesor en temas que no domina, reconozca abiertamente su ignorancia: no tengo ni idea de quién es Pepe Buitrago.
Pero no es óbice lo anterior, para reconocer también que, en la era de la comunicación inmediata, tenemos la posibilidad de rastrear a artistas tan interesantes como Pepe Buitrago. Y eso hemos hecho y compartimos con todos los lectores de este blog lo inmediatamente descubierto.
Pepe Buitrago inicia su actividad artística en la pintura. Y pronto se introduce en el
campo de la holografía. La exposición Pintura, hierro y luz (Madrid, 1989) es
indicativa de un rumbo que se afianza al establecerse seguidamente en Londres,
donde residió hasta 1996. Allí realiza la holoescultura What do you think?
(Benjamin Rodees Gallery, 1989). En 1990 recibió la Beca de la Fundación
Pollock & Krasner de Nueva York. Entre otras iniciativas, ahora mismo es el responsable del Centro de Holografía y Artes Dados Negros y tiene su propia Fundación.
Como dice en un artículo sobre su obra, Julio César Abad Vidal: "En la poética de Pepe Buitrago se afirma su posición en el
mundo que pasa por la denuncia, a través de los cauces de un arte frágil, de
los mecanismos opresivos que conducen al ser humano a su alienación." Es bajo estas palabras que ahora empezamos a vislumbrar, no sin dificultades, la obra de Buitrago en nuestra Convocatoria Urgente de Mail Art. Aunque la sorpresa sigue siendo mayúscula cuando cualquiera se enfrenta al envío de este artista único en el panorama español. He aquí su obra:
La foto es "mala" (se ve perfectamente mi mano) porque es imposible hacerla sin ese reflejo que conscientemente nos devuelve esta enigmática postal negra. Aunque esto nos sirve para enlazarlo con todo lo anterior: partimos desde el desconocimiento, desde la oscuridad que la ignorancia, mi ignorancia, no puede superar. La perplejidad es mucha, el arte es largo y la inmediatez para responder a la comprensión de este trabajo no deja descanso para contestar a todas esas dudas.
Pero además, si le damos la vuelta, aparece otro texto enigmático. El sentido se pierde entre divagaciones, entre diversas interpretaciones contradictorias, cuando no absurdas.
Debemos volver a Julio César Abad Vidal para intentar con su ayuda, aunque se refiera al ámbito holográfico de Buitrago, esclarecer un poco esta postal fascinante y única. Dice en el artículo anterior:
La indefinición de sus escenarios (...) provoca que el espectador enfatice su preguntar, lo
vivifique. Parece que Buitrago persigue con una obra proteica (...), que el lector de sus trabajos se ciña o desconsuele ante su soledad,
moviéndole a rellenar esos huecos, siempre móviles, indefinibles como nuestro
propio deseo, fidelidad o cólera. En esa búsqueda que nos mece, todavía. Y en
la que todo está aún por escribir.
En cualquier caso estamos ante un mail art que reconoce el origen de este movimiento desde sus raíces, los detalles de la dirección, el recorte de nuestras bases es un guiño, que ya no nos pasa desapercibido. Damos pues las gracias por su participación a Pepe Buitrago y sobre todo le damos las gracias porque nos ha brindado la oportunidad de conocer un ámbito artístico que, hasta hace apenas unas horas, desconocíamos por completo. Y esto, en definitiva, dar vida, es un regalo que sabemos valorar. El arte será largo, pero todavía nos queda mucha vida por descubrir.
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