EL ARTE SE DESPLIEGA Y ES UNA POSTAL DE MAYA LÓPEZ MURO
La búsqueda de un estilo propio suele ser uno de los quebraderos de cabeza más acuciantes para los artistas. Que el espectador o el lector sea capaz de reconocer en una obra, en un libro, en un poema o incluso en un solo verso la probable autoría del mismo, no es una cuestión baladí. En el caso de Maya López Muro, sin embargo, su nombre no haría ni falta, porque sus envíos son reconocibles, ya que poseen un estilo propio. Esos brazos, esas siluetas y la forma de componer con el color sus obras la identifican.
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No obstante, cuando se recibe algo de esta artista, queda claro que hay algo más en su interior. La postal guarda un secreto dentro y hay que descubrirlo. No sin pulcritud. Porque son tan frágiles estas obras que no deseamos romper o deteriorar nada de ellas. Aunque a veces es inevitable y esto forma parte de la esencia del mail art, por supuesto.
Lo primero que se ve cuando se abre el primer pliegue es lo siguiente:
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Como en una especie de juego de espejos creadas a partir de unas fotos, el personaje, quizás la propia autora, aparece portando el mismo cartel con el lema de nuestra Convocatoria. Ese cartel tapa en una de las imágenes el rostro completamente, en otro, la boca y en el del centro, casi, la mirada. Un hilo rojo recorre la escena de ambas caras desplegadas. El carácter simbólico de la pinza tiene un carácter harto elocuente. Podemos además apreciar su sello de artista en la esquina. Conocer que la obra es original y creada ex profeso para nuestra Convocatoria nos indica la importancia que esta artista concede al tema planteado en la misma.
Después hay que usar el bisturí para seguir desplegando la obra. Hay algo de ritual simbólico, de magia contenida en ese acto íntimo y revelador que está reservado a la persona que lo lleva a cabo. Esta experiencia resulta única y de algún modo también es trascendente. Requiere paciencia y delicadeza. Cualidades que, ciertamente, van en contra del tipo de sociedad en la que estamos acostumbrados a vivir. Tal vez aprender ese gesto supone otra arista que el mail art puede enseñar en un centro educativo. El caso es que al final contemplamos la obra en su conjunto. El arte se despliega y es una postal de Maya López Muro.
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En ese despliegue, por cierto, nada es gratuito, sospecho que el cartel que le sirve para hacer la secuencia de fotos es la misma imagen que aparece en una de esas caras de la postal desplegable.
Añado unos comentarios respecto a los sellos que aparecen en la obra:
Para saber más: Nace en enero de 1958 y desarrolla su
actividad artística y docente en la Ciudad de La Plata ,Buenos Aires Argentina. Egresa en 1981 con el título de Profesor y Licenciado en
Artes Plásticas otorgado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad
Nacional de La Plata.Desempeña tareas docentes en la Facultad de Arquitectura y
Urbanismo, Facultad de Bellas Artes y Bachillerato "Francisco A. de
Santo", todos establecimientos de la Universidad Nacional de La Plata.
Desde 1979 realiza su actividad artística fundando en 1983
en la ciudad de La Plata el TALLER DE GRAFICA Y GALLERIA
"ARTEIMPRESO".Se trasfiere a Europa en 1993 inicia su carrera profesional
en Italia. Sus obras pertenecen a Museos y colecciones privadas y publicas. Actualmente vive y trabaja en San Giovanni Valdarno, Arezzo.Entre otros proyectos, la autora, desde el Studio de Arte Il
Graffiacielo, coordina el "PROYECTO INTERNACIONAL DE ARTE CORREO MANOS
ALLA OBRA EDIFICANDO”.
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