UN RETO EN LA OBRA DE BRUNO CASSAGLIA

Leer no es fácil, leer imágenes, obras de arte, tampoco. Sobre todo a partir de las vanguardias, en las que el espectador deja de ser un agente pasivo, receptor sin más intención que dejarse llevar por la intencionalidad del artista o los principios establecidos en cada época, movimiento o moda. 

En cambio sabemos que el arte sufrió un cambio radical hace más de 100 años y el espectador pasó a ser un agente activo. El artista creaba no para un receptor, sino para un compañero de viaje, un explorador, un artista de la mirada. Sin esa colaboración, la obra de arte, las imágenes, la lectura no podía darse con sentido. Por eso, no debe extrañarnos recibir un envío como el de Bruno Cassaglia, en el que, desde el mismo sobre, nos propone una especie de juego, un reto que resolver como espectadores:

Primera mirada: El sobre con rayas verticales que no parecen indicar gran cosa, salvo una secuencia, un recorrido a seguir.

(Imagen 1).

Segunda parte del sobre: Otras líneas, curvas esta vez, con una pregunta que ya nos invita a seguir descubriendo el juego: ¿hacía dónde apunta la flecha?, en su idioma original y partiendo desde una cruz o una equis. 

(Imagen 2).

Tercera parte: imposible resistirse para ver el interior y resolver la pregunta:

(Imagen 3).

Hay posibles guiños o pistas para el espectador y podemos plantear alguna hipótesis al respecto. Aunque la sorpresa es mayúscula, porque a lo anterior, hay que añadir unas pequeñas piezas que contiene el sobre y que salen del mismo cuando buscas en él.

(Imagen 4).

La foto anterior es un montaje sin ninguna intención, con una disposición al azar que hemos creado para fotografiar el conjunto de piezas sueltas sobre la parte de atrás de la imagen 3.

Si seguimos la hipótesis de lectura de Ana Bravo, de Universo Italo Calvino, deberíamos tener en cuenta el uso del negro, tanto bajo los colores del arco multicolor, como en las líneas verticales. Lo más difícil de descifrar, tal vez sea QFWFQ. Un historia del Universo, del dramaturgo Julio Salvatierra. Está inspirada en la obra Las cosmicómicas, de Calvino. Así que, desde luego, algunas pistas sí tenemos. En cualquier caso, la frase: "Qué podría haber nadie lo sabía todavía" apuntaría, quizás a la resolución de las piezas del puzle que acompaña el envío. Esas piezas necesitan componerse para pasar de lo invisible, a lo visible, a la resolución del reto para finalizar el juego...

Apasionante, bajo nuestro punto de vista. Y educativo, porque la intertextualidad descubierta nos lleva de un sobre adornado, aparentemente normal, en el mail art, a tener que ir a la obra de Salvatierra y a los doce cuentos reunidos en Las cosmicómicas. Leyendo, mirando de otra manera, tal vez, podamos decir algo más de lo que Cassaglia nos envía y que agradecemos, porque remueve nuestras conciencias y despierta el deseo de leer y de mirar más allá de lo aparente. Creando una necesidad de investigar que fomenta el espíritu crítico desde las artes, el teatro, la literatura y los cuentos.

Nada más y nada menos, por ahora.

(Por cierto, aceptamos todos los errores de lectura e interpretación, porque el reto, sigue en pie.)