HILOS PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Pero, ¿es posible usar hilos en el mail art? ¿Y si la LIBERTAD DE EXPRESIÓN dependiera de un hilo? Fino, débil, ¿de qué color sería?, ¿qué forma dibujaría, qué separaría? A menudo los mailartistas se interrogan sobre los componentes de su obra, porque en muy poco espacio necesitan elaborar muchos conceptos para expresarse, para hacerse comprender. Por eso no es extraño que aparezcan hilos en el Arte Postal. Aparecieron en la primera Convocatoria y vuelven en esta segunda.

Veamos algunos ejemplos:

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La creadora Teresa Suárez, desde Huelva, nos pone desde el inicio en situación y resuelve algunas de las preguntas anteriores. Un hilo rojo, movible, obviamente, separa la línea que recorre una repetición que debemos recordar LIBERTAD DE EXPRESIÓN. El formato es clásico en el mail art: un cartón (arte povera), un espacio por construir, un vacío cotidiano y en el que no reparamos, y que nos centra en lo verdaderamente importante. La expresión, la temática de nuestra convocatoria, está escrita a carboncillo. El lápiz puede borrarse, el azar ha hecho que recorriera intacto la distancia y las múltiples manos por las que pasan todas estas obras, y podría haberse borrado. Esa intención, esa posibilidad también nos hace pensar en el difícil equilibrio que sostiene la LIBERTAD DE EXPRESIÓN en la propuesta de Suárez.

La siguiente obra es de un autor desconocido para mí NM. Duque. Y también hace uso de materiales pobres para su composición. Pero en este caso, los intervine. Puede que sea para eliminar elementos que no tenían que ver con su intención o porque esas rasgaduras son un motivo que dan sentido a su obra. Nos inclinamos por esta segunda opción, pues le sirve en la primera imagen para colocar parte del mensaje. Que no es poco: manifestar ideas. La LIBERTAD DE EXPRESIÓN sirve para esto, como recoge el collage que elabora para recordarnos los Derechos Humanos. Los hilos, también rojos, como en el caso de Suárez, forman una especie de imagen especular, un juego que teje una identidad geométrica que apuntala en nuestra retina la obra, su significado y las sensaciones que despierta el tenerlo entre las manos.

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No conocemos al artista, pero sí sabemos que lo es, sin duda.

Por último, la obra de Mirtya Huizzi G., una artista que emociona por sus creaciones y que debe conocerse en las aulas, porque son un repertorio de posibilidades (dicho entre paréntesis, sus libros de artista son mi debilidad).

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En este trabajo el hilo es una coraza que se teje desde las sugerentes manchas de la conciencia, por ejemplo. Uno puede vislumbrar una figura, una sombra roja que quiere aparecer frente a las otras siluetas de arriba. Seres anónimos, silenciados, inertes, como ella misma anuncia, que no tienen alma o conciencia porque están aniquilados. ¡Hay tanta elegancia en este trabajo minucioso de la artista alicantina! Lo mejor del Arte Postal es tener en tus manos una pequeña obra de arte y ese honor, ese placer, esa suerte de sostener una imagen única y bella es indescriptible. Y en los tres caso aquí comentados se cumple sobradamente.

Gracias por hacerlo posible.

Para saber más sobre Huizzi, aquí: http://mirtyahuizzi.blogspot.com.es/ Y sobre Teresa Suárez, aquí.
N.M. DUQUE, EN https://niemadu.wixsite.com/arte-visual