LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN MAITE VALERO

El arte no hay que explicarlo. La belleza se siente o pasa desapercibida. Las sensaciones que se generan en el espectador depende, desde que Kandinski es Kandinski, del espectador. Y desde luego, yo, como espectador, no soy ningún experto. Pero sí tengo ojos y, aunque me equivoque mucho, tengo también una mirada que intento educar poco a poco. Por eso, en esta entrada quiero detenerme en la obra de Maite Valero.

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Ya hemos dicho muchas veces en este blog que las fotos no reflejan todos los detalles que uno encuentra cuando sostiene y mira con detenimiento las obras de mail art. Por eso, vamos a detenernos brevemente en la de Valero para intentar descubrir, bajo nuestro criterio, el modo con el que ha conseguido tanta belleza. 

Lo primero que llama la atención es el soporte principal. El trabajo se hace sobre un típico papel que se usa en la enseñanza. Pero no para estudiantes avanzados, sino más bien para los que comienzan. Sobre él, una y otra vez, se ha escrito con carboncillo, con una caligrafía cuidada, LLIBERTAD D´EXPRESIÓ.

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En el idioma en el que se comunica, siente y piensa, ha remarcado esas palabras en varios lugares estratégicos que han quedado claros en algún lugar, pero en otros, han sido solapados con recortes de figuras humanas. Mujeres todas, quizás. Luchadoras en cualquier caso que nos invitan a una especie de danza solidaria en la que no importan otras identificaciones que no sean la propiamente humana. 

El uso del color también es muy llamativo. Sobre el fondo rojo en el que se ha colocado la cuartilla, a la que hemos hecho referencia más arriba, unas manchas del mismo color lo invaden todo. Proporcionando movimiento y música al conjunto, pero con un cierto carácter melancólico, bajo mi punto de vista. Un eco que lucha por no desaparecer, que intenta desde su color rojizo, permanecer en la retina del espectador. Hay algo de tristeza me temo en esta bella obra de la autora catalana. O al menos un sentimiento que compromete su intento de revelarnos su posición respecto al tema que abordamos en la Convocatoria.

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Por último, porque el mail art lo impone, aparece el sello. Y en este caso me temo, que es un sello extraño, como fuera de lugar, de colores altisonantes, que no vienen a cuento. Para reforzar esta interpretación subjetiva que estamos haciendo, a mí se me antoja ver incluso una sonrisa socarrona del personaje que representa. Pero, tal vez, es mi impresión. En cualquier caso, juega un papel absurdo o chocante para el espectador. Aunque apostaría que no está ahí por casualidad, tan nítido, tan limpio, sin las manchas que componen la obra original. Aparece con cierta brusquedad, incluso me atrevería a decir como un exabrupto. Pero lo que parece indudable es la distancia, la discontinuidad o la ruptura con todo lo que hemos analizado hasta ahora. O a lo mejor es todo lo contrario y estoy equivocado. Que cada uno mire y entienda lo que crea oportuno. En España todavía existe libertad de expresión para juzgar una obra de arte.

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En definitiva, esta obra de Maite Valero me ha servido para crecer como insólito espectador de auténticas obras de arte. Espero que a nadie moleste haber destripado tanta belleza. Pero mi mirada necesitaba expresar lo que veían mis ojos.

Desde aquí agradecemos a la artista su envío y reconocemos su valía como artista.

Nota Final:

Según he podio investigar por internet,  Maite Valero es Diseñadora de interiores y textil. Estudió Bellas Artes en las disciplinas de pintura y escultura en L' Escola LLotja, Barcelona, Escuela de Arte de Almeria, Escola Massana, Davinci escola d'art, Cercle Artístic Sant LLuch de Barcelona y Escola de Disseny de Tarragona.

Comisaria de Arte en el evento ' Century Moutain Project' del poeta calígrafo chino Huang Xiang and William Rock, pintor norteamericano, en Tarragona 2010. Ha comisariado diferentes exposiciones organizadas por el Ajuntament de Tarragona.