MARIO LÓPEZ MAQUEDA: UN ARTISTA LO SEPA O NO LO SEPA

Reconocer a un artista puede resultar muy complicado. El arte requiere de técnica, estudio, dedicación, esfuerzo, compromiso y talento. Las Musas pueden visitarte o no saber de tu existencia; puedes empeñarte en intentar ser creativo o, por el contrario, crear cosas sin recurrir a esas caprichosas entidades por puro divertimento. Sin embargo, para un espectador, no digo para el propio artista, para el que observa una obra, reconocer a un artista puede ser relativamente fácil. 

A nosotros nos pasa con el compañero Mario López Maqueda. Desde el mismo sobre, ya sabemos que algo mágico se esconde en su interior, porque el sobre, ya es una obra de arte.




En su interior descubrimos las razones que nos hacen confirmar lo que hemos dicho más arriba (no subimos a este blog los borradores que también ha enviado, eso lo dejamos para los privilegiados que vayan a la Exposición o vean el catálogo cuando llegue el momento de su publicación).



Sobre una página muy concreta de Rayuela, de Cortázar, Mario Maqueda ha planteado su juego literario y estético. Y estamos seguro que tanto el autor argentino como el italiano se sentirían orgullosos de esta unión. Ambos son autores que experimentaban con el lenguaje, ambos creían en la combinatoria de la literatura capaz de potenciar múltiples lecturas y escrituras a un tiempo. París es testigo de ello, no en vano, en la década de los 60 y principios de los 70, ambos coincidieron en París y obras emblemáticas de ambos se gestaron en el mismo sitio y en la misma época, OuLiPo en el horizonte de ambos.

Si nos centramos en la obra de Mario López Maqueda, las lecturas se multiplican también. No solo por el marco o fondo de referencia, ya hemos indicado lo de rayuela, sino también, y como mínimo, porque hay palabras invisibles si se observa el dibujo como tal; pero también hay palabras visibles porque la página se puede leer. Nos plantea un doble juego el artista marchenero, las palabras visibles, las palabras invisibles: el dibujo y la palabra; el dibujo sobre las palabras, las palabras sosteniendo al dibujo; Cortázar y Calvino; un rostro y los escritores dobles gracias a la mirada inteligente del autor de la obra...

Bajo nuestro punto de vista, lo que ha hecho Mario López Maqueda es una obra de arte en toda regla, en el retrato tiene una maestría contrastada. Ojalá algún día se anime a exponer sus obras, porque es un artista lo sepa o no lo sepa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL OJO QUE VES NO ES OJO PORQUE TÚ LO VEAS

SIRIN: MITOLOGÍA RUSA QUE ATRAVIESA FRONTERAS

ESCRITURA ASÉMICA Y ALGO MÁS = FERRÁN DESTEMPLE