DE LA BELLEZA EN EL MAIL ART: LORETO PUENTE COMO EJEMPLO
A veces recibimos obras que, desde el sobre nos sobrecogen por la delicadeza y cuidado de los detalles, como una sombra que barre tímidamente, situada en una esquina del mundo, las X que nadie quiere.
Una delicadeza que no está reñida con una fortaleza del carácter, que no reniega de la crítica social coartándose o autocensurándose, sino que se posiciona firmemente.
Por eso, al abrir estos envíos, el asombro está garantizado. No puedo dejar de pensar en un fragmento del poema de Javier Gilabert, Gramática del asombro, dice así:
El asombro es la carne del instante,
y arraigan sus cimientos en la luz,
material con que el verso se construye,
el aire el armazón que lo sostiene.
y arraigan sus cimientos en la luz,
material con que el verso se construye,
el aire el armazón que lo sostiene.
Ese material debe ser exactamente el mismo del que habla el poema y que en la obra de Loreto Puente se presenta así de manera magistral:
No es esta vez la X una una incógnita o algo que sirve para tachar. Forma, en cambio, el hilo conductor de un collage bello y sensible que nos habla a cada espectador de manera distinta. Hay en el envío amor que se exhala, hay guiños a la liturgia del amor convertido en Dios o Diosa. Y hay cierta melancolía líquida, un agua cercana para abrazar la ausencia, alguien a quien se le extraña y que, sin embargo, sentimos tan profundo y tan cerca como el mar que nos espera.
Loreto Puente es una artista muy interesante, que trabaja con sutileza y elegancia cada trabajo que conocemos de ella. Para nosotros es un honor poder contar con artistas como ella en nuestra V Convocatoria de mail art en la Escuela. Ver estas obras en la exposición y en el catálogo oficial es un lujo que nos ha regalado tan generosamente con su buen hacer.
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