ROMPIENDO MUROS, ROMPIENDO FRONTERAS MENTALES CON FRANCISCO ESCUDERO
Lo que una iniciativa como las Convocatorias de mail art en la escuela puede provocar en un centro educativo no es poca cosa. Porque en realidad, cualquier lector atento a este blog se habrá dado cuenta que las posibilidades son casi ilimitadas. Ya conocemos sus variantes desde los poemas visuales, los poemas-objeto, libros de artista, poesía fonética, incluso performances.
Por todo lo anterior, cuando hemos recibido el siguiente trabajo de Francisco Escudero, nos hemos quedado sin palabras.
Para el que no conozca a este artista almeriense, de Berja, para más señas, nos permitimos presentarlo con las palabras del maestro del experimentalismo Antonio Gómez, que ya ha aparecido algunas veces en nuestro blog. Según él:
“Sus obras, acciones, foto acciones, instalaciones o
performances, son el resultado de una gran imaginación, con la que el autor
demuestra un recorrido largo, admirable y rico en registros; ecléctico en su
relación con los distintos lenguajes poéticos, mezcla, condensa y sintetiza
conceptos naturales con reflexiones filosóficas y simbolistas sobre la vida y
el arte. Sin ningún temor a desbarrar, me atrevo a tildarle como activista
militante y asegurar que su labor no conoce límites, se sirve de la hibridación
entre distintos campos para mostrarnos nuevas formas de construir conceptos de
arte. Espacios urbanos, comerciales, la misma vía pública o el
campo, acogen su labor como si fueran el escenario de galerías o museos, en
ellos desarrolla sus propuestas estéticas y sociales, que ante un sorprendido
espectador que desconozca su obra seguro que le provoca serias dudas y llega a
hacerle dudar de la función y el valor de su arte. Crítico y comprometido,
conocedor del riesgo que se le puede atribuir a su trabajo, se aleja con
habilidad de todo lo vulgar, grosero y ordinario. Los códigos académicos que prevalecen en el sistema cultural
imperante y lo intrascendente de alguna de las manifestaciones artísticas actuales
no interfieren con el poderío y fuerza de sus ideas, que aunque utilizando para
su realización materiales pobres y hasta de deshecho, originan unos resultados
muy eficaces y con altos niveles de comunicación.”
La pregunta es: ¿qué vemos en esta obra? Su trabajo es una instantánea de una posible acción poética, de una performance que ignoramos si ha sido filmada completamente o sólo ha sido mostrada para nuestros ojos. El escenario elegido no es cualquier lugar, como podemos sospechar. El artista, al plantear una acción, lo concibe como una deriva. El encuentro causal con un objeto, un espacio, como es el caso de este edificio le sirve para construir su reflexión con el cuerpo. El abandono, la desolación, quizás como resultado de las consecuencias de crisis financieras del capitalismo que nos determina es palpable. A esa circunstancia parece sustraerse en este trabajo.
El autor, además, en una imagen especular intencionada está parado frente a un muro (¿quién está frente a quién?, ¿quién está a un lado de la frontera y quién al otro?, ¿la misma persona, nosotros mismos, siempre estamos dentro y fuera del sistema que separa y paraliza?). Podemos pensar que ese muro es físico, y lo es, pero no tenemos que quedarnos con esa primera lectura: los muros mentales son múltiples y diversos, sin duda. Magallanes y nuestra Convocatoria profundizan en la necesidad de explorar esas frontera yendo más allá de lo palpable, de lo inmediato, de lo común que marca la costumbre. Hay que mirar más lejos, a través de la obra. Por eso, nos atrevemos a sospechar, la hendidura, la perforación que aparece en la postal (si se amplía las imágenes se apreciará mejor) nos fuerza a mirar de otro modo. Tal vez nos muestra una manera de escapar de ese obstáculo que representa el muro en la acción poética de Escudero.
Esa manera de escapar, de ir más allá de la frontera, es la obra de arte, la capacidad del lector, del espectador, de acompañar al artista en un viaje más allá de lo inmediato, de lo palpable, de lo común. Un modo, sin duda, de escapar también de las ruinas económicas, materiales, del capitalismo que nos asola y nos abandona a nuestra suerte, en cualquier parte (en cualquier ciudad hay sitios así), en un no lugar que está en todas partes.
Desde aquí le damos las gracias a Francisco Escudero por participar en nuestra III Convocatoria de mail art en la escuela. Nuestro alumnado debería aprender mucho de un artista como él para apreciar el compromiso del artista con su obra, el valor del riesgo, de la creatividad, y de la capacidad de la acción poética para expresarse y conocerse a uno mismo.
La cita de Antonio Gómez pertenece al prólogo de “Las Cosas de Francisco Escudero”. Veloz Quietud-Poesía. Letra Impar Editores. Dalías-Almería, 2017.
+ Info: https://www.youtube.com/user/
Ainara Herrera Ramírez 4° A
ResponderEliminarGracias a esta obra podemos reflexionar sobre más allá de lo que vemos con nuestros ojos. Debemos percatarnos de que hay más fronteras que no son físicas. Debemos romper estas fronteras que nos separa de los demás, pero para ello, primero se necesita saber que existen.
María Fernández Corona 4º A.
ResponderEliminarCon esta obra se puede reflejar que existen fronteras que cada uno nos ponemos aunque nadie las puede ver, que son nuestros miedos o inseguridades que debemos afrontar en algún momento de nuestra vida.
Andrea Chiper Tercu 4ºB
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con lo que dice el texto de que hay que mirar más allá y abrir nuestros los ojos para romper esos muros y conseguir nuestros logros.
Mª Dolores Romero Camero 4ºA
ResponderEliminarUn cúmulo de sentimientos al expresar el gran mensaje que transmite. Cada día es diferente, un reto nuevo donde tenemos que alzar la mirada y mirar más allá y romper el muro que nos impide alcanzar nuestras metas.